viernes, noviembre 20, 2009

Estimado Roberto, la profesión nos llama.


Fíjate bien en mis palabras ya que de ellas hago registro digital dado que, como las escrituras están ahí, quizás las mías en el orden celeste se clasifican. No es una postura ni tampoco una moda, para mí se ha convertido en un trabajo serio hacer la voluntad de mi padre, sin mediar cuestionamientos, dado que el ha respondido como más le ha parecido.
En mi cabeza solo está la música que surge de las máquinas, como gran elemento de comunicación, en el tiempo que me ha tocado vivir. Si es mi presente lo más importante, me he fijado en esta forma de ensalzamiento rítmico para entender como mi corazón se anima sin desfallecer, en estos tiempos.
De esa misma forma también veo a un colega de Pro Fe Sión, el cual está con toda la potencia de su profesionalismo aplicándose en la creencia. Obedeciendo yo, aún más, lo que se me manifiesta como una suave brisa de insinuaciones a mis cometidos.
Roberto, no estoy falto de ninguna situación mundanal. Entre mis desaciertos y congruencias, saco un denominador común: A esta tierra uno llega porque ha de cumplir con una mi-sion y esa es mantener exigido al sistema con la máxima presión.
Será un memorable el día que nos veamos las caras y sepamos que somos pocos, pero de todas formas nos encontramos.

Atte.
Héctor Samuel Quijada Olguín
http://pro-fe-sion.blogspot.com
 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.